martes, 14 de junio de 2016

Ataque de Josefina y Thiago a la abuela

El “ataque de Josefina y Thiago a la abuela”  debe ser utilizado durante las campañas de concientización de usuarios, y personas en general, para que nunca dejen desatendidos –solos, por decirlo así- a sus dispositivos personales y laborales, en ningún momento.

Estamos hablando de computadoras, ya sean PC, notebook, notebook, tabletas electrónicas, ‘laborales’ y de las PC, notebook, notebook, tabletas electrónicas, consolas de videojuego, y todo dispositivo ‘personal’ inteligente (smart) del mundo de “Internet de las cosas”.

El hecho de NO configurar el bloqueo de pantalla y del dispositivo mismo, con contraseña y obligatoriamente “robusta” (letras, números y símbolos), en una desatención o descuido bastante grave, ya que en el ámbito laboral y en el ámbito personal alguna persona malintencionada, o un bromista bastante pesado podría:

-          Leer toda la información que encuentre ya sean correos electrónicos, mensajes, sitios web que estemos navegando o ingresar al historial de todo lo que citamos.
-          Reenviarse a él o a todas las personas que quiera todo lo que ha encontrado –o lo que el tiempo le dé-.
-          Borrar todo lo que encuentre o, reenviar y borrar.
-          Copiarse los archivos a un pendrive o cualquier dispositivo de almacenamiento, y luego borrar, etc.
-          Mandar a imprimir toda la información que descubra.
-          Instalar todo tipo de archivos maliciosos (virus), incluyendo keyloggers, incluso deshabilitar el antivirus, encriptar parte o todo el disco rígido y cualquier software de protección contra el malware.
-          Robar información de otros equipos y guardarlos en el suyo.
-          Realizar un ataque de “David Hasselhoff”.
-          Realizar un ataque de “Josefina y Thiago a la abuela”.
-          Etcéteras de maldades.

Sabemos de lo “pesado”, “molesto” e “irritante” que es configurar pantallas de bloqueo, contraseñas y demás cuestiones de seguridad, pero lo NECESARIAS y SALVADORAS que lo son.

Siempre y para todos los dispositivos que utilicen deberían:
-          Configurar el protector de pantalla con un tiempo máximo de 5 minutos y con contraseña.
-          Configurar el bloqueo automático de equipo, desbloqueado por medio de contraseña.
-          La contraseña elegida debe ser difícil de descubrir; combinando números, letras y símbolos; todas las passwords que tengan deben ser distintas.
-          Le sugerimos utilizar el método de creación de contraseñas seguras “deThi4-go” http://dethi4-go.blogspot.com.ar/

Ahora bien, ¿cómo concientizamos para bloquear dispositivos, pantallas y sesiones?

Tenemos la opción de realizar un ataque de David Hasselhoff.

Ver: http://www.elladodelmal.com/2009/10/ataque-de-david-hasselhoff-mejorado.html

El ataque David Hasselhoff, desarrollado por Chema Alonso y su “lado del mal” es buenísimo, divertido y “educativo”; pero no quedaría bien realizarlo en todos los ambientes, ya que en un entorno laboral, en donde la víctima Hasselhoffeada reciba en su puesto de trabajo la visita de un director, un coordinador, un presidente o una entrevista muy formal, más allá de la concientización acelerada tipo posgrado que ha recibido, la vergüenza o el costo de su “cabeza” profesional puede ser grande.

Ahora bien, el ataque de “Josefina y Thiago a la abuela”, si bien no es lo gracioso que permite ser el ataque David Hasselhoff, puede ser enriquecedor también desde el lado de la concientización y en alguna medida también desde la desesperación, ya que –en principio- es un ataque laboral y muy risueño entre la familia y los amigos o una tienda, un local, un shopping…

Para efectuar el ataque de “Josefina y Thiago a la abuela”, nos dirigimos hacia la PC, notebook o netbook de la “víctima” –no sirve para realizarlo en dispositivos tipo tabletas, ya que tienen rotación de pantalla por defecto- y procedemos a oprimir la combinación de teclas:

-          Ctrl + AltT + Flecha hacia abajo: pone de cabeza (o rota hacia abajo) la imagen de la pantalla.
-          Ctrl + AltT + Flecha hacia la izquierda: rota hacia la izquierda la imagen de la pantalla.
-          Ctrl + AltT + Flecha hacia la derecha: rota hacia la derecha la imagen de la pantalla.
-          Ctrl + AltT + Flecha hacia arriba: rota hacia abajo arriba la imagen de la pantalla.

Entonces:
-          Ctrl + AltT + Flecha hacia abajo: pone de cabeza (o rota hacia abajo) la imagen de la pantalla.

   


    
-          Ctrl + AltT + Flecha hacia la izquierda: rota hacia la izquierda la imagen de la pantalla.



-          Ctrl + AltT + Flecha hacia la derecha: rota hacia la derecha la imagen de la pantalla.





  -          Ctrl + AltT + Flecha hacia arriba: rota hacia arriba la imagen de la pantalla (si previamente la habíamos puesto de cabeza).




Gracias por la colaboración a:
-          Josefina.
-          Thiago.
-          Aia Su.
-          Equis.
-          Wendy.

¡Saludes!
Damián.




lunes, 4 de enero de 2016

La tecnología y el futbol…son incompatibles.

-Primero una breve introducción de lo que es “futbol”-.

El futbol, -como deporte-, es puro, es hermoso. Es interpretado por chicos, jóvenes, adultos, por todas las personas. Para “jugarlo” solo se necesita una pelota (si es un balón mejor) y gente, 2 personas o más. Solo el futbol profesional es de 11 contra 11 jugadores, lo que representa una minoría dentro del Planeta Tierra.
Sigamos desarrollando este magnífico deporte. Uno contra uno, o dos contra dos pueden jugar bases*. Tres contra tres ya es “partido” (aunque nada impide que uno contra uno o dos contra dos también sea partido). Un solo jugador puede hacer jueguitos,  patear, correr con la pelota, transpirar, ser saludable; puede entrenar y divertirse todo lo que quiera.

Ya tenemos la pelota y los jugadores, necesitamos la cancha y los arcos. Se juega en el barrio, la plaza, el parque, la calle, la cocina, el patio, el baldío, en el recreo; porque los arcos se hacen con ropa (remeras, camperas, pantalones), con ramas, con ladrillos;  porque las líneas son los árboles o un monumento, o piedras;  porque el travesaño es de aire, o una madera cruzada o una rama que acompaña al árbol que también es el palo; porque un equipo juega con remera verde, roja, rayada, musculosa, y el otro en cuero, o también con remera verde, roja, rayada o musculosa; porque unos juegan con botines, otros con zapatillas, otros descalzos, con botitas, zapatos o botas de lluvia; porque el que se lesiona sale rengueando, le dicen “¡apoyaaa! ¡pisaaaa fuerteee!”, le tiran agua y se queda tirado detrás del arco hasta que se van todos, apoyado en hombros o en andas.

El chico que juega y la rompe en todas estas canchas y bajo estas condiciones -el de potrero-, más tarde la terminará rompiendo en el potrero profesional de 11. Hasta aquí el futbol puro, el bueno.

En este momento es en donde pretende entrar en juego la “tecnología”, arruinando este maravilloso juego –creo yo-.

Mientas el software y los dispositivos tecnológicos pretendidos y necesarios para incorporar en el futbol los desarrolle y programe el ser humano, este software y este hardware será vulnerable, atacable en el lugar, ciberatacable remotamente desde la esquina del estadio o desde otro continente: por intereses ($, U$s, €) de otros equipos, dirigentes, apuestas; “hinchas” que administren u operen los dispositivos; por entidades corruptas. Y vulnerables por los mismos creadores del software, del hardware, a pedido de los gobiernos, de la casa matriz del futbol de cada región, del futbol mundial, ya que piensen ustedes –si fueran ellos, si fuesen casas de apuestas- tendrían en la mano, en la tecla, en el joystick la posibilidad ¿irrefutable? de cobrar un penal, un gol o de anularlos; de atrasar o adelantar un pie, un brazo o una línea en un lateral, en un área, en un orsai (offside o fuera de juego).

¿Cuánto tiempo duraría un partido? ¿90 minutos?, ¿250 minutos?, ¿19 días y 500 noches?, diría Joaquín.

¿Cuántas interrupciones se podrían hacer para determinar si fue adentro o afuera, si le pegó una patada o se tiró a la pileta, si la mano fue casual o hizo una faja (básquet), estaba adelantado o no?

Supongo que el “sistema informático” entraría en acción con una jugada dudosa -pero que ha sido sancionada-, ya que si el árbitro no pita no podría pedirse la revisión y por más tecnología que se utilice, la injusticia ya se habrá cometido, a pesar de contar con toda la tecnología para ser “justo”.

O sea, se podría revisar lo que se ha cobrado, sancionado. Y eso que se ha pitado es modificable, alterable: por las personas que manejan el software como dijimos, localmente o remotamente.
Si la pelota entró o no, si fue gol o no, se podría determinar calibrando por milímetros desde antes del comienzo del juego o en el momento en que se pida la revisión de la jugada. Tranquilamente se podrían establecer parámetros, valores o variables a favor o en contra de un equipo, de un jugador, en el ataque de un lado o en la defensa del mismo para que la pelota esté 5 mm, 1 cm o 2,30 cm adelante o atrás de dónde quedó la pelota, o el pie en la cancha a diferencia de lo que muestre o “certifique” la imagen de una computadora.

¿Cuánto es el margen de error del software? ¿Si un gol se hace en el minuto 89’ 59”, en el 90’ o en el 90’ 01” sin adicional, vale? ¿Se podría manipular el reloj del software, del hardware, se podría hacer una interferencia, se podrían borrar los datos? ¿Sonará una chicharra, un buzzer?

Si se hace una denuncia por presunto “fraude” en el sistema informático, mientras dure el tiempo (días, meses) de la auditoría del software, del hardware, de los peritos informáticos, de las pruebas forenses, de las declaraciones de los operadores del sistema ¿Quién será el campeón, quien descenderá, quien jugará la copa, quién será el goleador?

Si hay una huelga de operadores del sistema informático, ¿se suspende el futbol por tiempo indeterminado?

Si el partido se juega con luz diurna y se producen un corte de luz, ¿se debe suspender el partido?

Si el software se “cae”, se “cuelga”, ¿el partido sigue?, ¿se esperan minutos, horas, días?

¿Se deberían eliminar los árbitros?, ¿y los líneas?. ya que pitaría el dispositivo.

Cuánto tiempo tardarían en venderse en el mercado “negro” y en el oficial, los botines de tapones con wifi, con inhibidores de señal para que el software no sancione o altere el fuero de juego, el penal. Los wearables (vinchas, relojes, pulseras, remeras, zapatillas) que desvíen la pelota, la realidad virtual que utilice el arquero para atraer la pelota y atajarse todo. El ayudante de campo estará sentado al lado del director técnico ¿o en un centro de comando y control manejando con un joystick a los defensores? ¿Se podrán descargar de las tiendas (store) de teléfonos y tabletas las apps que muevan a los delanteros, que enceguezcan al árbitro, que le haga un cambio de jugador al director técnico rival?

¿La pelota en vez de pincharse se reiniciará?

De a poco fueron arruinando el futbol, con pelotas cada vez más livianas y más “deformes” para que cualquier matungo haga un golazo por los vaivenes del recorrido del balón, el 10 es suplente, en la defensa juega el 71, el 27, el 57 y el 58, por festejar un gol (junto con los caños y los sombreros lo más lindo de este deporte) te amonestan, ¿con la nueva tecnología las camisetas tendrán un patrocinador “led” distinto por cada gol?, ¿los botines podrían explotar?

Que pasará entonces con el futbol de potrero, ¿se deberá jugar con una tableta (tablet) en la mano, un chip en el botín?, ¿la pelota será un holograma para que el sistema la detecte?

Conclusión: el futbol es puro, sano, no lo molesten, no lo alteren. La tecnología mataría al más hermoso de todos los deportes. Seguramente, y por culpa del ser humano.

¿No sería mejor que se invierta en optimizar las condiciones de todos los campos de juego, la de los espectadores, la seguridad física de todos?, ¿el juego limpio de los deportistas?, ¿el arbitraje serio, honesto?
 
Creo que si los jugadores ayudaran a los árbitros en vez de siempre tratar de sacar ventaja (no me refiero a la avivada –que está muy bien-) siendo mala persona (quien pega un codazo, piña o patada malintencionada) contra el rival de turno o haciendo una jugarreta por fuera de la ley (tirarse al piletazo, 20 goles con la mano, agarrarse del brazo de un rival para hacerse el que lo están tomando de la camiseta o directamente pegarse una trompada), no solamente contribuirían a un espectáculo de lujo para los aficionados, sino que a la felicidad interna, al placer que otorga el futbol por estar dentro de una cancha o mirándolo. Si los jugadores solo se dedicaran a tratar de jugar bien, los directores técnicos a instruir, los árbitros a dirigir bien y humanamente, los simpatizantes solamente a disfrutar, a alentar por los colores, los dirigentes a no manipular y los periodistas solo a narrar lo que ven; el verde césped, la pelota, la red y los botines serán felices y la tecnología –en su lugar- presentando esas maravillosas estadísticas a que nos tiene acostumbrado, dando distintas visiones de las jugadas, flechitas y animaciones...

*Bases: Argentinismo, geográficamente platensismo (de la ciudad de La Plata, Argentina, Sudamérica, Sistema Solar). Es una variante del futbol en el que se juega 1 contra 1, 2 contra 2, 14 contra 16, y así para arriba; también 1 contra 2 o 2 contra 3, en un cancha chica, a dos toques, en donde un jugador patea desde un arco y el compañero cabecea al gol o la para de pecho y mete una volea, o hacen jueguitos y patean de aire, o si la para de pecho el rival es gambeta… y así pasan las horas...la felicidad.


¡Saludes!


Damián (7)